Chistes hiperbólicos para reír a carcajadas
¡Prepárate para soltar carcajadas con los chistes hiperbólicos más exagerados que puedas imaginar! En este artículo, te llevaremos al límite del humor con situaciones absurdas y exageradas que te harán reír a carcajadas. Los chistes hiperbólicos son perfectos para sacar una sonrisa y olvidar el estrés del día a día, así que prepárate para reír sin parar. ¡No te pierdas esta recopilación de chistes que te harán soltar carcajadas!
10. Estoy tan emocionado que podría saltar hasta la Luna y volver.
Era un hombre tan tan vago, que un día le dice a su mujer: – María, tráeme la crema para las picaduras de alacrán.- ¡¿Te ha picado uno?!- No, pero se está acercando…
15. ¡Mi vecino es tan ruidoso que podría despertar a los muertos!
Era tan, tan pelota… que iba al colegio botando.
4. Estoy tan cansado que podría dormir por un año entero.
Chistes hiperbólicos: una risa exagerada
Un gemelo suicida mata a su hermano por equivocación.
Había un tipo que era tan feo, que cuando jugó la competencia de feos le hicieron control antidoping.
Era un hombre tan egoísta, tan egoísta, tan egoísta… que no prestaba ni atención.
Era un hombre tan tan despistado… que se pasó dos horas en el espejo pensando de qué le sonaba esa cara…
Chistes absurdamente graciosos
Era una señora tan gorda, que cuando se caía de la cama, se caía para los dos lados.
5. Mi hermana es tan ruidosa que podría despertar a un oso hibernando.
14. ¡Esta fiesta es tan buena que podría durar para siempre!
1. ¡Estoy tan hambriento que podría comerme un elefante!
3. Mi mochila es tan pesada que podría contener todo el oro del mundo.
Chistes que te harán reír a carcajadas
Era un hombre tan alto, tan alto… que se tropezó un miércoles y se cayó el viernes.
Había una vez un hombre tan pequeño, tan pequeño… que en vez de viajar en metro, viajaba en centímetro.
Un hombre tan tan pequeño… que se subió a una canica y dijo:- ¡¡El mundo es mío!!
Era un niño tan bruto, tan bruto, tan bruto… que cuando la profesora borraba el ejercicio de la pizarra, ¡él lo borraba de la libreta!
Había una vez un hombre tan tan tacaño… que no prestaba ni atención.
Un hombre tan gordo, que la policía lo disolvió porque pensaban que era una manifestación.
Había una adivina tan, tan buena… que además del futuro, adivinaba el pretérito pluscuamperfecto.
Había una bruja tan tan pequeña… Que cuando volaba lo hacía en escobilla del váter.
Había un hombre tan tan fuerte… Que se pasaba el día doblando las esquinas.
Era un hombre tan, tan gafe… Que se sentó en un pajar ¡y se pinchó con una aguja!
13. ¡Estoy tan aburrido que podría contar todas las estrellas del cielo en una noche!
¡Eres más inútil que un cenicero en una moto!
6. ¡Hace tanto frío que mis palabras se congelan antes de salir de mi boca!
Era una mujer tan enana que al morirse no se fue al cielo, se fue al techo.
2. Mi abuela es tan lenta que tarda dos días en ver una película de una hora.
Era una señora tan gorda, que cuando se pesaba, la báscula le indicaba, «por favor, una persona a la vez».
12. ¡Esta maleta es tan grande que podría contener todo lo que necesitaría para vivir en una isla desierta por un año!
11. ¡Mi papá es tan alto que podría alcanzar las nubes con las manos!
Era una señora tan gorda, que cuando murió tuvieron que hacerle su propio cementerio.
7. ¡Mi perro es tan grande que podría confundirse con un caballo!
Un señor tan optimista que una vez le dio un infarto y dijo que fue una corazonada.
8. ¡Este libro es tan largo que necesitaría una vida entera para leerlo!
Un viejito tenía los dientes tan amarillos, que su lengua tenía que usar lentes porque se encandilaba.
9. ¡Mi mamá cocina tan bien que podría ganar un concurso mundial de cocina!
Era una gallina tan flaca, que en vez de dar huevos daba lástima.
Era un señor tan pequeño, que se sentó en un billete de 100 y sobraron 99 pesos.