Chistes de Franco: humor español sin límites.
¿Estás listo para reír a carcajadas con los chistes más divertidos y ocurrentes del humor español? En este artículo te invitamos a descubrir el ingenio y la irreverencia de los Chistes de Franco, un tipo de humor que no conoce límites. Prepárate para disfrutar de anécdotas, juegos de palabras y situaciones hilarantes que te harán olvidar el estrés del día a día. ¡No te lo pierdas!
Y no discuto las buenas intenciones de la broma.
¿Por qué los pájaros no usan WhatsApp? Porque ya tienen Telegram.
Por ejemplo, y siguiendo con el tema de la herencia del Franquismo, no me entero de esa broma de humor grueso de exhumar al dictador Franco del Valle de los Caídos, un reducto geográfico nostálgico en donde Cristo perdió el mechero, y montarle todo un centro de peregrinación para el fascismo y neofascismo nacional y europeo en la catedral de la Almudena.
Por supuesto, el malentendido no llegó a más por la amistad y porque con un par de frases recalcando que se trataba solo de una broma todo estaba resuelto, pero el incidente me sorprendió y me vino a recordar con qué pasión e intensidad se percibe hoy en día la Guerra Civil y sus secuelas por nietos y bisnietos de los que directamente la sufrieron.
Chistes de Franco: risas sin fronteras
– «Toda la vida diciendo ‘Si Franco levantara la cabeza…’ y ahora que la va a levantar se molestan. A ver si se aclaran un poquito los fachas.»
¿Cómo se llama un fósil que habla mucho? Un hablatilus.
– «El día que saquen a Franco del Valle de los Caídos quiero ir, cogerlo y tirarlo por un barranco. Así podré ser lo que siempre he querido ser…… un francotirador.»
¿Por qué los esqueletos no pelean entre ellos? Porque no tienen agallas.
El anterior y otro en pleno centro de España.
El humor español de Franco: risas aseguradas
¿Cómo se llama un gato que hace magia? ¡Purr-cadabra!
– «Exhuming Franco»
Chiste de Franco de dudoso gusto
Pues bien: le sentó la frase como una patada en salva sea la parte.
O eso era lo que me parecía por entonces.
Chistes de Franco: la comedia española sin límites
– «No digas adiós, di ‘maravillosa jugada’: nos despedimos con nuestros memes favoritos»
Franco, el mayor generador de chistes de la historia de España. El dictador era un hombre «soso» y «sin sentido del humor», dice el historiador Gabriel Cardona en su nuevo libro. Cardona asegura que el humor fue «una herramienta contra la dictadura». Visionando cintas del Nodo, cuenta que sólo ha visto sonreír a Franco en dos ocasiones, una de ellas junto a Hitler. Franco, un hombre «soso» y «sin ningún sentido del humor», es el personaje de la historia de España que más chistes ha generado, asegura el historiador Gabriel Cardona, que acaba de publicar Cuando nos reíamos de miedo, una «crónica desenfadada de un régimen que no tenía ni pizca de gracia». El humor fue «una herramienta contra la dictadura», «una forma de resistencia, una alternativa de oposición» al régimen, afirma Cardona (Es Castell, Menorca, 1938), doctor en Historia y ex militar de carrera por tradición familiar («mi familia era militar, católica y de las Jons», resume). El chiste es un «chispazo» de la inteligencia. La mayoría eran de oposición y lanzaban sus dardos preferentemente contra la diana de Franco, pero también los había franquistas. «Franco era un personaje que no tenía ningún sentido del humor, era tímido, terriblemente tímido», subraya, y «los tímidos siempre tienen miedo a meter la pata y él siempre tuvo un cuidado exquisito de no hacerlo». El humor es «arriesgado, imprevisible, es el trapecio de la imaginación y Franco nunca se atrevió a exponerse a esas cosas tan peligrosas, siendo, además, como era, una persona muy preocupada por su fama, por el qué dirán», asegura. Tras visionar las cintas del Nodo, Cardona afirma que sólo ha visto sonreír abiertamente a Franco en un par de ocasiones: cuando se encontró con Hitler en Hendaya, en la frontera hispanofrancesa, en 1940, y con Eisenhower en Madrid, en 1959. Bueno, y también, añade, cuando Eva Perón visitó España en 1947, donde se la recibió con honores de jefe de Estado. Pero en aquella ocasión «sonreía más con la mirada, se le iban los ojillos». «Esa discrepancia entre el Franco soso, callado y sin humor y el español que se ríe a carcajadas por cualquier cosa es ilustrativa -reflexiona- de lo que era el régimen y su realidad social». Una realidad en la que brillaban con luz propia «la trilogía del humor»: la revista La Codorniz, «el gran referente humorístico español durante muchísimos años»; el «gran humorista gráfico Antonio Mingote y, en la radio, Miguel Gila, «el gran dinamitador de la formalidad franquista». A La Codorniz, fundada por falangistas especialistas en lanzar mensajes subliminales contra «esa España seca, triste y enjuta del clero y del Ejército», le sustituyeron al final del franquismo otras revistas con un humor más abierto, más radical, y que anticipaban los cambios políticos que llegarían con la Transición. En 1972, un año después de que viera la luz Cambio 16, cabecera de un grupo periodístico que sería trascendental en la Transición, llegó a los quioscos el semanario Hermano Lobo, promovido por Chumy Chúmez, y con la colaboración de escritores como Vázquez Montalbán, Francisco Umbral y Manuel Vicent, y como dibujantes, con Forges, Jaume Perich, Manuel Summers, y más tarde con Ops (El Roto). En 1973, apareció el también mítico El Papus, que se proclamaba «Revista satírica y neurasténica», fundado por Xabier de Echarri, y en 1974 salió Por Favor, como una escisión de Hermano Lobo, con Perich y Vázquez Montalbán en la dirección y con Forges, Máximo, Juan Marsé, Maruja Torres y Josep Ramoneda de colaboradores.
– «Parece ser que Pablo Casado ya ha sacado los restos de Franco»
¿Por qué los pájaros no usan reloj? Porque siempre están en Twitter.
Incluso había chistes comunes que contaban a la vez unos y otros, cambiando la entonación, y que venían a ironizar y a sublimar sentimientos en una época muy triste vivida por todas las partes.
¿Por qué los tomates no pueden estar solos? Porque siempre tienen salsita.
¿Por qué los gatos no hacen chistes? Porque les da pereza.
Otros, con toda la mala leche posible y necesaria para su padecer, pero bajando el tono para que solo los oyeran los escogidos por lo que pudiera pasar, que podía ser mucho y muy grave.
– «Os imagináis que desentierran a Franco y se descubre que NO tiene el culo blanco?»
– «Qué nos vamos a encontrar»
– «Los familiares de Franco se querellarán contra Ryanair si les cobran por llevar sus restos como equipaje de mano.»
Pero como con todo chiste malo, necesito que me expliquen el final, a ver si le veo la gracia.
Unos, con mucho humor de autocomplacencia y orgullo.
¿Por qué los pájaros no usan sombrero? Porque ya tienen nido.
¿Por qué los esqueletos no pelean entre ellos? Porque no tienen agallas.
¿Por qué los peces no pueden jugar al fútbol? Porque son pesaditos.
Y justo donde se casan los reyes españoles al ser la catedral de la capital española, en pleno corazón del casco histórico-monumental-turístico del Madrid de los Austrias, frente por frente al Palacio de Oriente (tiene tela), a un tiro de piedra de la primera iglesia madrileña (San Nicolás), la Catedral Castrense, Ópera, la sede de la Comunidad Autónoma de Madrid, la Plaza Mayor…
O mejor pensado: que no me lo expliquen.
– «Ojalá abriesen la tumba de Franco y encontrasen dentro la lengua de plata de los Simpson»
Pero también es cierto que, quizá al ganar años, estoy dejando de entender algunos chistes.
¿Qué hace una abeja en el gimnasio? ¡Zum-ba!
Lo mismo es que me estoy haciendo más viejo y más sensible.
– «Si quieren llevarse a Franco que paguen la cláusula»
Cojonudo: había un centro de devoción perdido en la sierra de Madrid y ahora habrá dos.
¿Por qué el tomate fue al psicólogo? Porque estaba salsa.
– «Ojalá abran la tumba y salga Franco pegado a un muelle como en las cajas sorpresa»
– «Como me imagino yo lo de ir a desenterrar a Franco:»
De hecho, ahora ni por asomo quiero molestar a nadie.
¿Cómo se llama un fósil que habla mucho? Un hablatilus.
Digo esto porque recientemente, y pensando yo equivocadamente que de todo aquello hace mucho tiempo, bromeé con un amigo a la hora de hacerle una foto: «Oye, para que no haya contraluz… te voy a poner cara al sol».
– «Hasta pronto: Verne se despide de sus lectores»
Incluso me atrevería a decir que hasta con más sensibilidad en algunos casos que solo tres décadas atrás, en mitad de la transición, donde un chistecito de este tipo entre los adolescentes de entonces no tenía más trascendencia.
¿Por qué los pájaros no usan Facebook? Porque ya tienen Twitter.
En los tiempos de Franco había chistes sobre el dictador-jefe de Estado que todo el mundo contaba.
– «Si quieren llevarse a Franco que paguen la cláusula.»
– «Yo lo único que pido, es que si lo desentierran alguien mire si tiene el culo blanco.»